Artículo - Función del Guía Montessori
(Maestros)


POR LETICIA MAGALLÓN / OCTUBRE 2020



Cuando el ser humano es incomprendido, psicológicamente se siente reprimido, amenazado, abandonado, actúa con miedo y temor al adulto; se siente inseguro, frustrado, con sentimientos de inferioridad. Aunque todo esto sea inconsciente, genera angustia y sufrimiento. Como vemos, esa inconsciencia del adulto hacia lo que siente el niño, anula o afecta su personalidad.

En cambio, cuando el ambiente es el adecuado, el niño se siente comprendido, aceptado, amado y querido; tal y como es él, en sus características y capacidades individuales, adquiere seguridad personal, se siente reconocido, con deseos de trabajar y superarse, de tomar retos y de demostrarse que es capaz de hacer las cosas por sí mismo, y esto refuerza su autoestima.

El ambiente psicológicamente preparado por sus Guías (maestros) con materiales de desarrollo Montessori, representan retos inteligentes que dan posibilidad a su desarrollo humano; es decir, a sus habilidades mentales, sociales y emocionales, reforzando su autovaloración y sus deseos de realización personal.

El papel del Guía (maestro) y de los padres es de vital importancia para el alumno, para que su desarrollo humano sea armónico e integral. La labor del Guía es saber respetar la personalidad, la dignidad y el trabajo constructivo del niño.

En el ambiente es objeto especial de amor, el adulto; el niño recibe los objetos de él y los auxilios materiales, aprende de él, con amor intenso, lo que necesita para desarrollarse. El adulto es un ser venerable de cuyos labios, como una fuente espiritual inagotable, salen las palabras que servirán para construir el lenguaje y serán su guía. Las palabras del adulto serán para el niño estímulos supernaturales que causan la impresión de proyectiles del espíritu, lo que dice el adulto queda esculpido en su mente como si un esmeril lo hubiera tallado sobre la piedra.Citó, María Montessori.

Cuando la humanidad haya adquirido una comprensión plena de la psicología evolutiva del niño, se encontrarán mejores condiciones para él y esto se logrará a través de un ambiente preparado psicológicamente, para permitir sin obstáculos su desarrollo humano.

El ambiente psicológico del niño lo integramos los adultos que nos relacionamos con él, en sus actividades cotidianas.